lunes, 6 de abril de 2015

De viaje por la France!

La primavera ya está aquí
Pues sí queridos amigos, la primavera ya está aquí y aprovechando estos días de vacaciones he realizado un viaje por la tierra de mis ancestros (los sabuesos de San Huberto): Francia

Allí sí que viven bien los perros! Les dejan ir de compras, entrar a los restaurantes, en todos sitios hay bolsas para que nuestros dueñ@s recojan nuestras deposiciones... incluso en los bares se acordaban de mí y me ponían un recipiente con agua para echar unos tragos, "c'est magnifique!"

El primer día, en Pau un chico en la calle me llamó "Tele Z"; yo no sabía a qué se refería pero después buscando por internet vi que ésta revista francesa tiene como mascota a los basset hound. Según paseaba se escuchaba "Tele Z" por el habitual "rastreator!" al que ya estoy acostumbrado, así que señores de Tele Z si quieren contactar conmigo para una oferta laboral, que sepan que domino tanto el GUAU español como el WOOF francés.

¡Qué bonito el palacio Beaumont!

Otro de los sitios en los que he dejado mi meadita y a partir de ahora puede ser considerado por el resto de perros como Territorio Sugus es Toulouse. Ciudad con unos jardines preciosos llenos de flores con colores muy vivos pero en los que a los perros no nos dejaban pasar, ¡con lo que nos gusta oler las flores! En cambio en el Jardin Royal sí que pude pasar así que no desaproveché la oportunidad e inmortalicé el momento:

Como pille esos patos... ¡pruebo el foie gras!

En el mismo Toulouse, dimos un paseo por las orillas del río Garona, el agua estaba demasiado fría como para darme un baño, además ya sabéis que no me gusta mucho... Eso si, los regalices sabor río me gustan igual igual así que cogí uno y me tumbé un rato a masticarlo:

Descansando un poco en Toulouse
Más tarde me quedé a ver el carnaval de Toulouse pero con el ruido y la acumulación de gente me asusté un poco así que después de ver un poco decidí marchar.

Por último, el sitio que más me gustó de todos: Carcassonne, sobre todo como no, la ciudadela medieval. No paré de subir y bajar por los muros, pasear entre sus calles, y observar el paisaje desde los miradores. Encima tuve la suerte que una amable vendedora de crêpes me regaló uno entero para mí solo. Desde aquí ¡gracias!

Mis dueños me piden dar las gracias al personal del restaurante La Courtine en Carcassonne donde cenaron increiblemente bien y nos trataron estupendamente. 

Auuuuu, quiero más crêpes!