¡Ahí es donde me gusta estar!
Este sábado me desperté como cualquier otro sábado, pero no era un sábado cualquiera: como cumplí un año hace unos días, me llevaron al monte de paseo, ¡vaya vistas había! y nada de contaminación ni coches que esquivar, ni pasos de cebra donde esperar sentado a que me dejen pasar ni nada, me sentía en plena forma así que saqué mi vena basset y en cuanto me soltaron la correa empecé a correr y a ladrar de felicidad como un loco, siguiendo rastros que mis dueños ni sospechaban que podía seguir... ¡conmigo! -decían - ¡ven aquí!- gritaban, y yo con mi cara al mas puro estilo "ahora mismito voy" me dedicaba a seguir olores y echar unos pisetes aquí y allá para que todo el mundo supiera que a partir de ahora era "territorio Sugus".
¡Venga vamos! |
Lo malo es que hacía bastante frío y viento y no me arriesgué a meterme en los lagos, todavía sigo teniendo un poco de miedo a los sitios donde hay mas agua de la que puedo beber, casi mejor que eso se lo dejo a los perros de agua, no me va el intrusismo profesional.
Bueno, pues... ¡ya voy yo! |
Después de los paseos y para entrar en calor nada mejor que unos calditos en un bar cercano a donde habíamos dejado el coche. Tras una breve siesta en el asiento trasero, me desperté de nuevo en el garaje y continué descansando tranquilamente acurrucado en mi cama.